Lección 19

La Privacidad no esta Muerta

Todos los jugadores jugaron a la vez sin esperar turnos, y se peleaban todo el tiempo a voz en cuello, y en muy pocos minutos la Reina estaba en una pasión furiosa, y se fue dando pisadas y gritando “¡Que le corten la cabeza!” aproximadamente una vez por minuto.

Si hay que creer a los expertos, la privacidad ha muerto desde los 80. La invención seudónima de Bitcoin y otros eventos en la historia reciente muestran que este no es el caso. La privacidad está viva, aunque no es fácil escapar del estado de vigilancia.

Satoshi hizo todo lo posible para ocultar sus huellas y ocultar su identidad. Diez años después, todavía se desconoce si Satoshi Nakamoto era una sola persona, un grupo de personas, hombre, mujer o una IA viajera del tiempo y que se puso en marcha para apoderarse del mundo. Dejando a un lado las teorías conspirativas, Satoshi eligió identificarse a sí mismo como un hombre japonés, por lo que no asumo, pero respeto el género elegido y me refiero a él como él.

Yo no soy Dorian Nakamoto

Cualquiera que sea su verdadera identidad, Satoshi logró ocultarla. Dio un ejemplo alentador para todos los que desean permanecer en el anonimato: es posible tener privacidad en el internet.

“El cifrado funciona. Los sistemas criptográficos sólidos implementados de manera correcta son una de las pocas cosas en las que puedes confiar.”

Edward Snowden

Satoshi no fue el primer inventor seudónimo o anónimo, y no será el último. Algunos han imitado directamente este estilo de publicación seudónimo, como Tom Elvis Yedusor de MimbleWimble, mientras que otros han publicado pruebas matemáticas avanzadas permaneciendo completamente anónimos.

Es un mundo nuevo y extraño en el que vivimos. Un mundo donde la identidad es opcional, las contribuciones se aceptan basadas en puro mérito y las personas pueden colaborar y realizar transacciones libremente. Se necesitarán algunos ajustes para sentirse cómodo con estos nuevos paradigmas, pero creo firmemente que todo esto tiene el potencial de cambiar el mundo para mejor.

Todos debemos recordar que la privacidad es un derecho humano fundamental. Y mientras las personas ejerzan y defiendan estos derechos, la batalla por la privacidad está muy lejos de terminar.

Bitcoin me enseñó que la privacidad no está muerta.

A traves del espejo

Para ir mas profundo en la madriguera

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